miércoles, 28 de marzo de 2012

Buenas Tardes:

Hasta ahora nuestra visita a Valledupar ha sido muy provechosa, llegamos el lunes y hemos realizado 2 entrevistas.

Roberto (El turco) Pavajeau Molina:
personaje muy importante en la región ya que su familia es considerada como parte de la dinastía del vallenato en Valledupar, ellos junto con otras dos familias crearon e instauraron el festival vallenato,

el señor Roberto fue muy amable con nosotras ya que no teníamos una cita previa y llegamos de forma fortuita a su casa, el se encontrado lesionado de su brazo izquierdo y a pesar de esto siempre tuvo una muy buena disposición para responder nuestras preguntas.

nos pareció muy interesante, además de las cosas históricas que nos dijo, que el señor Roberto hacia constantemente analogías entre la comida y el vallenato y terminaba refiriéndose a esa nueva ola vallenata como la comida chatarra que escuchan los jóvenes.

al principio de la entrevista el señor Roberto no se encontraba tan receptivo sin embargo en el momento en que empezó a contra sus anécdotas la entrevista fue mas fluida ya que el mismo marcó la pauta de esta-

de la misma manera nos pareció muy interesante que el señor nos contaba las historias detrás de las canciones vallenatas antiguas como por ejemplo la canción "La patillalera" la cuál habla de una joven que de hecho trabajaba en la casa de la familia Pavajeau Molina y un señor en un camión se la llevó. 

una vez empezada la entrevista no solo el señor Roberto participó en la entrevista sino también su hijo y las personas cercana a él ya que es evidente que el tema del vallenato y en especial los juglares es un tema que apasiona a mucha gente en la región.

Para finalizar la entrevista su sobrino nos compartió unas fotografías antiguas de los juglares, compositores y cantantes vallenatos mas importantes de la época del señor Roberto.




Alberto Murgas:
director de Sayco Valledupar y papá de Beto, integrante de la agrupación Gusi y Beto.

primero que todo la entrevista con el señor Murgas fue menos formal que con el señor Roberto. musicalmente nos pareció muy fructífera ya que el señor nos solo conocía al detalle la evolución del Vallenato en cuanto a sus letras sino también en cuanto a los instrumentos utilizados para este. la entrevista duró aproximadamente 35 minutos. 
al finalizar el señor Murgas nos dio un tour por el museo vallenato que se encuentra en Sayco en el cual pudimos ver y fotografiar la evolución de los instrumentos y muchas fotrografias de compositores.



domingo, 11 de marzo de 2012


Inauguración 44 festival Vallenato homanaje a Leandro Diaz y Lorenzo Morales dos de los más grandes Juglares vallenatos




historia de los Juglares vallenatos

La palabra juglar es de origen medieval. El juglar era un artista profesional del entretenimiento en la Europa del medioevo, dotado para tocar instrumentos, cantar, contar historias y hacer acrobacias, así como otros trucos de la actuación. Por lo general se dedicaban a divulgar las composiciones de los trovadores, quienes en su mayoría fueron nobles o reyes.

A pesar de que los juglares medievales tenían la particularidad de poseer otras destrezas artísticas casi circenses, era su capacidad de llevar historias lo que une a estos personajes del medioevo y los juglares vallenatos a tratar durante nuestro trabajo. los juglares vallenatos se remontan a 1840, año en el que comienza a narrarse la cotidianidad de la provincia teniendo de respaldo un acordeón; a través de unos hombres que tenían magia en los dedos, ritmo y compás en la voz y autenticidad en la composición. Hombres sinceros. 
Las limitaciones geográficas de la zona no eran un impedimento para estos juglares que con  su música no solo  cautivaban sino que cumplían una labor muy importante y era ya no divulgar las composiciones de los reyes sino contar historias y noticias de la cotidianidad de otros pueblos de las cuales, de no haber existido estos hombres, no se abrían conocido en aquella época.

Otro de los factores que caracterizó la identidad juglaresca fue la actividad agrícola y pastoril. De ahí se derivó el canto de vaquería que se escuchó mucho antes de la llegada del acordeón. Estos cantos, dice Ciro Quiroz, “nacían al amanecer cuando se iniciaban las labores de ordeño o por la tarde cuando debían ser trasladados los terneros a sus bebederos”.

El ser vaquero era lo esencial, puesto que les daba para comer, por lo tanto, era una labor que ejercían conscientemente. Sin embargo, durante mucho tiempo fueron juglares sin saberlo. Ellos no hacían versos por obligación ni por encargo como los juglares de la edad media mencionados al principio, los hacían por la necesidad de expresarse. No decidieron ser juglares, ni pasaron horas estudiando el pentagrama, tampoco se dedicaron a recorrer el Magdalena Grande para acumular riquezas. No. Todo lo contrario. Los viajes y recorridos los hacían porque no eran “capaces” de quedarse en un mismo pueblo, con la misma mujer y con los mismos amigos. Filosofía que los llevó transitar la provincia entera, cantando y contando lo que vivían.